Restaurante La Bota

CELIA PRATS VALERO

Muy satisfechos con el servicio. Llegamos tarde ,mi hijo y yo , y aún así nos sirvieron con todo el gusto del mundo, y eso que era brasa lo que pedimos. Dolores fue una anfitriona fantástica y me dio a probar tomates de su huerto particular, pues toda la verdura que utilizan es propia. En general muy contentos con todo el servicio: comida buenisima y trato maravilloso y familiar. Volveremos

Ruchi

Gran descubrimiento. Es como volver al pasado. El bar esta regentado por un matrimonio mayor muy muy entrañable y muy muy hospitalario. Al principio entras y tienes que bajar a un sotano que es donde tiene montado el restaurante. Una vez ahi te das cuenta que no es un restaurante, es como un comedor con mesas, donde la propietaria muy amable te cocina como si fuera tu abuela. Cocina muy buena, casera. En especial los fajols de santa pau. Los fajols (frijoles en castellano) de santa pau son una variedad de frijol blanco mas chiquitita que se hace más rápido y se torra antes, dando un toque crujiente a los frijoles. Ademas, le pone aceite, sal y menta. Todo ello acompañado de una buena butifarra a la brasa. También nos hizo ensalada (foto). La única pega es que no puedes elegir comida. Hay lo que hay. Lo que le vaya bien a la propietaria. Pero hay que recordar que tu ahi no vas en calidad de cliente, tu vas en calidad de invitado a su casa. A si, que lo que mande la señora ;) Es muy auténtica, molt de poble. Vam menjar genial!!

Los Silencios de Elan (elnaufragoelan)

La comida muy buena con entrante de tortilla con aceite de trufa negro, miel y salmón ahumado. Patatas rellenas y barbacoa. Menús de 25, 30 y 35 euros. Menús cerrados sin posibilidad de elegir platos sueltos. Es cierto que la cantidad es buena pero creo que los precios son elevados.

XiakoU2

Toda una MUY agradable sorpresa! Al llegar al restaurante, no te esperas lo que vas a encontrar cuando bajas al sótano (que es donde se encuentra realmente restaurante, cocina, etc..). Es como un viaje al pasado, a lo tradicional. Un amplio salón, muy grande y con muchísima decoración de antiguedades, historias, una tele de tubo encendida, un calorcito agradable que desprende una estufa antigua y a su vez la gran parrilla del fondo. Una vez que te has enamorado del sitio, cuando te atienden, ya te enamoran del todo. Trato muy familiar y extremadamente amable y cariñoso de forma constante. Muchísima atención en todos los detalles, te explican todo muy bien y se preocupan de que siempre uno se sienta "como cuando vas a comer a casa de tu yaya" (decía Dolors, la dueña). Tony, al fuego, preparando las carnes, le encanta hablar con los comensales, contar sus historias, chistes, hacer reir a los niños... Uno realmente se siente como en casa. Y la comida... deliciosa. Todo muy casero. La carne te la hacen a tu gusto, se nota que es de mucha calidad. Mi novia y yo pedimos el menú de 30€/pers (Hay menús de 20, 30 y 35€/pers) que de entrante incluía unas Patatas a lo Olot, deliciosas, rellenas de foi y atún. De segundo una ensalada de monchetas pasadas por la brasa y con especias y menta y una par de trozos de tocino a la brasa, impresionante. Los postres muy buena presentación y sabor y el café que me pedí, delicioso. En fin, un lugar al que venir sin prisas, con hambre, un lugar donde descansar del ajetreo de la ciudad y donde te sientes arropado desde que llegas y donde se come muy muy bien. De seguro que vamos a volver más de una vez. P.D.: Si vienes aqui pensando que es como ir al Abac de Jordi Cruz, o al Mc Donalds o al Kebab de tu barrio.. mejor no vengas. Aquí se viene a disfrutar y dejarse llevar y atender sin pretensiones.